LA FISICA EN EL BUCEO (IV) TERMOCLINAS
Siempre hay una primera vez para todo, la mía fue poco tiempo después de tener el Open Water Diver en mis manos, ocurrió en una de las islas que flotan en el mediterráneo, la magnitud de la termoclina fue brutal, recuerdo ver desde abajo a los compañeros más experimentados buceando estáticos mirándome desde las gradas de aquella plaza de experiencia viva en la que se convirtió aquella inmersión. Las risas de después, el mal trago del momento me animaron a informarme leer un poco del tema, intentar convertirme en los que miraban desde arriba.
La historia de hoy ocurrió algunos años después, desde el inicio, en el centro de buceo los primeros síntomas aparecieron con evidente claridad, los profesionales vestían, trajes semisecos, en pleno agosto de la costa Valenciana, sus respuestas tranquilizaron a sus clientes, “Es que me gusta mucho mi semiseco, es súper cómodo su flotabilidad es como la de un 3mm” “Buceamos muchas veces al día, se nos queda el cuerpo frío por eso usamos semi seco”, a nosotros la verdad estas respuestas nos tenían con la mosca detrás de la oreja. Ni sus breafring ni las preguntas directas respondían con el verdadero motivo, nos subimos al barco llegamos al punto de inmersión y tras chequeos de seguridad ok entre compañeros entramos al agua, la sensación inicial fue bastante fresca para los equipos de 3mm (incluso algo menos) que nuestro grupo llevaba aquel día, aunque el ordenador de buceo en la superficie marcaba 25ºC la sensación térmica era otra, mucha más fría, más tarde durante el buceo, vimos claro el motivo de los semisecos de los paisanos. A una profundidad de 18m el ordenador de buceo bajaba de golpe hasta los 14ºC, el frio se palpaba con las manos, recuerdo al guía calentito con su semiseco gorro incluido llamándome desde el fondo de la termoclina para que viera un pulpo desde cerca que protegido en su cueva, imagino nos miraba con cara de asombro.
Ese día desde mis 17m de profundidad vi al pulpo y todo lo demás, mis señas al guía que nos insistía en acercarnos fue muy clara, -No, nosotros mejor desde aquí, muchas gracias. Ya no insistió más, la inmersión termino 40 minutos después, las caras de los clientes del centro comparadas a las nuestras lo decían todo… Menos mal que no fuimos.
Una termoclina en la mar, es un cambio brusco de temperatura entre dos capas de agua en contacto, esto se produce por la acción del sol y la incidencia de los rayos sobre la superficie, los cuales calientan progresivamente las capas superiores, la intensidad de los mismo y su aporte calórico va disminuyendo proporcionalmente a la penetración del haz solar a capas más profundas, hasta que el rayo queda disipado, esto genera una termoclina permanente a lo largo de los océanos haciéndose más pronunciada en el ecuador y desapareciendo prácticamente en los polos, donde el aporte de hielo provoca una disminución y homogeniza la temperatura desde la superficie.
En determinadas épocas del año a nivel más local y mucho más superficial podemos encontrarnos con volúmenes de capas de agua a dos temperaturas muy distintas con más de 10ºC de diferencia entre una y otra, esto es debido a que la masa de agua móvil por la acción de los vientos superficiales o de la rotación de la tierra hace que volúmenes de aguas frías y profundas, asciendan manteniéndose compactas antes de mezclarse definitivamente con las capas superficiales más calientes. A este fenómeno se le denomina termoclina local son estacionarias produciéndose en mayor frecuencia en los meses de más calor. Son las que más nos afectan como buceadores y es importante tener en cuenta algunas cosas para que no se conviertan en factores de riesgo para nuestro buceo seguro, daremos unos sencillos consejos para afrontar la termoclina con garantías.
- La sensación térmica del gas que respiramos durante el tránsito durante nuestro paso por la termoclina puede ser mucho más baja, con un aumento de la resistencia del gas al paso por nuestro equipo hasta los pulmones, mantener la calma alargar la expiración en relación a la inspiración aumentando la duración de ambas y mantenernos relajados controlando nuestra técnica de respiración puede ser de mucha ayuda.
- El paso a una capa de agua con un cambio tan brusco de temperatura puede ocasionar una ligera variación en nuestra flotabilidad, tenerlo claro y evitar acentuar en nuestro buceo este cambio es importante. Al introducirnos en una capa de temperatura más fría de golpe, la Presion vs Volumen puede verse afectada un poco, antes de entrar en la capa mucho más fría rectificar nuestra flotabilidad insuflando nuestro jacket un poco por encima de cómo estaba en la capa caliente. Estas leves modificaciones nos van a permitir transitar la termoclina minimizando el riesgo de que nada ocurra. Perdida de nuestra posición de buceo aumentando la intensidad de pérdida de flotabilidad o pérdida del equilibrio podremos evitar controlando el aporte de gas en nuestro jacket.
- Si no estamos térmicamente preparados para una inmersión a temperaturas bajas es mejor abortar o realizarlas por cotas donde la termoclina no nos afecte, tu cuerpo es un indicador perfecto para tomar decisiones, si no estás cómodo déjalo para otro día, asciende donde la temperatura te permita estar sin problemas, si esto no llega, vámonos al barco.
Ese día en valencia tuve muy presente el día de Malta para tomar mis decisiones, aquella inmersión doble se convirtió en simple tras terminar la primera y ver la cara de frío de mis amigos. Después con una cervecita estrella de levante, las patatas y las olivicas y el sol calentando mi cara en un bar de la zona cercana al puerto deportivo el comentario y la risa no se hicieron de esperar. “-¿El agua estaba hoy fresquilla, no?”
Alejandro