Buceo - Bautismo - Madrid

Mi primera experiencia…

Aún recuerdo ese momento…, el momento de respirar debajo del agua por primera vez. Cada vez que alguien viene, y realiza su bautismo, su primera experiencia bajo el agua, descubrir lo mágico que es poder respirar bajo esta, con el silencio como protagonista y acabar ojiplatico de emoción. Ese momento en el que una vez terminado se pregunte… ¿y para bucear en el mar, que hay que hacer…?

Pues esta es mi historia, superé esa primera vez, gracias a que dos del grupo decidimos hacer un bautismo de buceo en Madrid, en una piscina, sin peces, comprando un cupón de un tal Groupon que estaba en auge… Jamás habíamos hablado de la posibilidad de hacer juntos esto del buceo, pero decidimos comprar dos cupones y a las dos horas de haber dado a aceptar, decidimos comprar y regalar a 5 amigos más esta misma experiencia sin saber si les gustaría o no.

Llegó el día, fuimos todos, juntitos, entramos nerviosos, con ansia, era súper raro pero a la vez emocionante… nosotros, nuestras novias, nuestros amigos… Que nervios!!

¡Y empezó nuestro bautismo!

Allí estábamos, con nuestro neopreno corto, nerviosos, en silencio, escuchando todo lo que nos decía el instructor… nos decían cosas como; podéis compensar? Yo me preguntaba que será eso… Usaremos varias señas bajo el agua… y mas pautas las cuales no recuerdo exactamente… y… de repente, estábamos sentados en el borde de la piscina, los 7, con un chaleco, con una botella (bombona para todos en aquel momento) en nuestra espalda, unas aletas, una máscara, y nervios, muchos nervios…, ahora sí que había llegado el momento. Buscamos con la mano una cosa con un latiguillo por la cual podíamos respirar, lo llamaban regulador… minutos después cerramos los ojos y metimos nuestras cabezas debajo del agua, así fue así empezó todo, allí estábamos… los 7, mirándonos a los ojos, ojiplaticos! Estábamos debajo del agua…

Sonriendo unos, otros menos, alguno salió como un cohete para arriba, pero haciendo lo que jamás habíamos pensado hacer, estábamos respirando bajo el agua, escuchando el sonido de nuestras burbujas mientras un buzo nos hacía fotos y nosotros posábamos tan felices… de repente empezamos a aletear y empezamos a sentir el buceo de verdad, lo que para nosotros era buceo en ese momento… más tarde salimos del agua, e hicimos la pregunta que hoy nos hacen a nosotros… ¿y para bucear en el mar… que hay que hacer?

Semanas después, decidimos hacer el curso Open Water Diver, los 7, para a día de hoy, ser Diversion Divers. Gracias a ese día…, a los instructores…, hoy, 10 años después…, somos lo que somos, y hemos descubierto lo bonito que es enseñar a los demás, lo que un día aprendimos nosotros, y tener la oportunidad de poder visitar un país, tanto por encima del mar como por debajo de este…

Gracias a los 7!

Gracias por ese fantástico puente  en Cabo de Palos, lo recordaré siempre, mi primer bautismo, mi primera inmersión, mi primer viaje de buceo…

Un Sureño



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De Jose Ramón Experiencias